Opiniones sobre LA QUIMERA DEL CINE

Juanjo: Al principio, lo leí como cualquier libro, desde la hoja 1 en adelante (gracias por el agradecimiento), pero no sé por qué eso me provocó cierta ansiedad, avanzar para ver qué decías de Rossellini o de Kiarostami. Entonces, entendí que un libro escrito durante tantos años tenía que leerse de otra manera. Ahora lo que hago es abrir cada día una unidad de la parte 1 y otra unidad de la parte 2. Al azar. Es divertido y rompo la temporalidad a la que obligan las páginas una detrás de otra. Todo empieza a configurar un gran retrato, puntos aislados que empiezan a trazar un rostro, el tuyo.

Gustavo Fontán


Juanjo: Después de tantos años de desconexión, tu libro nos ha descubierto un ser humano que desconocíamos. Yo te quería de forma irracional, con el mismo sentimiento que se vive al leer una poesía. Nos encontramos con un escritor que, mágicamente, esconde su vida íntima, en la forma literaria de frases cortas, a veces solo palabras, puntos, transpolaciones temporales…, que al Donvi le ocuparon el cerebro varios días tratando de descubrir y encontrar una secuencia cronológica en la que subyazca una conducta de vida valiente, valiosa y fuerte. Esa es la razón por la que aún no te habíamos respondido. Donvi(tale) lo quiere hacer en detalle.

Esther Soto (Grupo MIA)


Juanjo: me apasionó tu libro. Lo leí y lo estudié. Es un relato tipo rompecabezas: El núcleo son diez piezas que funcionan como llaves que van abriendo puertas y ventanas. Todas las piezas tienen una escritura que forman parte del contenido emocional. Frases cortas. Muy cortas. Un poco largas. Siempre punto y seguido.

Donvi(tale)


Juanjo: Leí (o mejor) transité por las páginas del libro con la sensación (a veces dolorosa) de tomar contacto con el alma desnuda, sin piel, de alguien que invita a mirar. Leí con interés, palpité con la (tu) emoción, me rebelé ante la injusticia o la indiferencia, reflexioné más que nunca acerca de lo que el cine significa para mí (como persona, como docente, como disidente).
Te habrán llegado muchos comentarios interesantes, yo sólo necesito decirte que, cada vez que abría el libro, sentía que entraba en un lugar donde mi alma debía despojarse de todo "ropaje" y contemplar ‘muda, absorta y de rodillas’ tanta humanidad.
Te quiero mucho.

Karuna (Cine Club Quirino Cristiani, Unquillo)


Querido Juan:

En su libro está su lucha de todos estos años y su pasión por el cine y los amigos que están y ya no están. Habla de esos límites que bien marca Godard como esperanza, a partir de la cual las personas pueden sobrevivirse Siempre peleando y recordando a los talentosos y enmarañado en una burocracia que muchas veces lo trató muy mal.
Siempre me acuerdo de usted hablándome de Bergman y de golpe interrumpirse para decir: La estrella anuncia la partida de su coche.... La burocracia lo había llevado allí momentáneamente. Y el cine siempre lo rodeaba en todas partes
En sus películas el río, las plantas, los cuerpos, los lugares, lo que no existe más pero alguna vez tuvo otra consistencia.
Me dio mucha melancolía ver sus trabajos. Pensé que si alguien hubiera grabado mi infancia y me la ofrece para ver no querría hacerlo
Me parece muy bueno que haya pasado sus trabajos a DVD. Me gustó el documental del fotógrafo pintando las fotos (Algo que no existe más tampoco) Las plantas en macetas de aceite, el campo, las vacas, la radio, el comienzo de la democracia, los baldíos, los discos viejos, los poetas, las plazas, Santa Fe y Córdoba, zapatos, sexos, cuerpos, ropa, situaciones políticas, etc.
Me hizo acordar que me estoy poniendo viejo Que melancolía!! Ver Córdoba de 1989! Fue un momento muy fuerte para mí.
Es increíble que el hombre ciego de la guitarra y el del bombo sigan allí!!

Marcello Mercado


Querido Juan, el de las quimeras:

No puedo hacer un ensayo sobre un libro, no es mi estilo, vos lo sabes. En cambio me gustaría hacer una película sobre vos. Un cinéfilo ardoroso, honesto e implacable, aguijoneado por el "imperativo categórico", que atraviesa el desierto cultural contra viento y marea. Contra las tormentas, contra la persecución y la incomprensión.

Mi lectura no fue una lectura a solas. Estabas vos, con quien casi no sostenía diálogo, porque estaba de acuerdo. Estabas simplemente presente, y lo estás, en el libro que es tu reflejo, y estabas por eso muy cerca. En el relato o estructura también eres reconocible, porqué lo dudás? No me extraña esa inseguridad perfeccionista. La conozco y te reconozco. Preguntás por las cartas? Le preguntás a Resnais por la arbitrariedad aparente de ciertas escenas de Providence? Forman parte de un todo que lograste, montaje incluido.

Eva Landeck. Realizadora argentina.

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